LIBRO DE ARTISTA
Visión de un género artístico
Visión de un género artístico
Cuando empezamos a hablar de libros de artista surge una pregunta inmediata, ¿pero qué es verdaderamente, un libro de artista?; una duda que está en la mente de muchas personas relacionadas directamente con el mundo del arte y al mismo tiempo un desconocimiento casi total para el resto. La respuesta más clara y breve sería: El libro de artista no es un libro de arte es una obra de arte.
La propia afirmación, indica la cualidad artística del libro de artista, diferenciación fundamental con el que podríamos denominar “libro común”.
El libro de artista es una obra de arte, concebida y realizada por un artista visual en su totalidad.
Es un medio de expresión con parámetros nuevos, totalmente diferenciados de la pintura, de la escultura, de obras literarias presentadas en libros, etc., esta diferenciación hace necesario un género artístico nuevo e independiente. Un género fundamentalmente interdisciplinario, como lo son el cine, el comic, el videoarte..., considerados ya como formas diferenciadas de expresión artística.
El libro de artista es una forma de expresión plástica surgida en la segunda mitad del s. XX; más concretamente en 1963, cuando Edward Ruscha, realiza la primera edición de Twenty-six Gasoline Stations (26 Estaciones de gasolina); y en 1966 Every building on the Sunset Strip, (1.000 ejemplares desplegables en acordeón). La diferenciación fundamental de estos libros es su concepción inicial, por el autor, como obras de arte, innovación dentro del amplio panorama de las artes.
Las obras de Ruscha, inician el concepto actual del libro de artista, según la historiadora y estudiosa del genero: Anne Moeglin-Delcroix (Esthétique du livre d’artiste. Bibliothèque Nationelle de France, París,1997). Se toma conciencia del libro como una entidad artística propia, creándose un nuevo género independiente, que será, por tanto, un género de arte contemporáneo.
La propia afirmación, indica la cualidad artística del libro de artista, diferenciación fundamental con el que podríamos denominar “libro común”.
El libro de artista es una obra de arte, concebida y realizada por un artista visual en su totalidad.
Es un medio de expresión con parámetros nuevos, totalmente diferenciados de la pintura, de la escultura, de obras literarias presentadas en libros, etc., esta diferenciación hace necesario un género artístico nuevo e independiente. Un género fundamentalmente interdisciplinario, como lo son el cine, el comic, el videoarte..., considerados ya como formas diferenciadas de expresión artística.
El libro de artista es una forma de expresión plástica surgida en la segunda mitad del s. XX; más concretamente en 1963, cuando Edward Ruscha, realiza la primera edición de Twenty-six Gasoline Stations (26 Estaciones de gasolina); y en 1966 Every building on the Sunset Strip, (1.000 ejemplares desplegables en acordeón). La diferenciación fundamental de estos libros es su concepción inicial, por el autor, como obras de arte, innovación dentro del amplio panorama de las artes.
Las obras de Ruscha, inician el concepto actual del libro de artista, según la historiadora y estudiosa del genero: Anne Moeglin-Delcroix (Esthétique du livre d’artiste. Bibliothèque Nationelle de France, París,1997). Se toma conciencia del libro como una entidad artística propia, creándose un nuevo género independiente, que será, por tanto, un género de arte contemporáneo.
Entre los precursores inmediatos de los libros de artista estarían: Los poetas Mallarmé y Apollinaire, los futuristas italianos, los dadaistas y los constructivistas rusos, todos ellos vinculados a la ruptura del texto y de la página tradicional. Marcel Duchamp, vinculado a los movimientos DADA y surrealista e innovador de mil ideas nuevas: op-art, happenig, instalaciones, cajas contenedoras, arte conceptual, fluxus... Las nuevas formas de concebir los objetos de los surrealistas. Los poetas concretos y visuales de los años 60, con un mayor interés por el valor visual y espacial de la página.
Con esta experimentación, el libro aborda una escritura que ya no es propiamente o solamente literaria, es plástica. Nuevos soportes, formatos y materiales y un interés diferente por el soporte libro, se comienza a utilizar este medio, tradicional vehículo de textos literarios o teóricos, para otro uso: el de la experimentación plástica, iniciándose la era del libro de artista, como medio autónomo de expresión plástica, al margen de la tradición libresca o del arte convencional y por lo tanto la introducción de un nuevo género artístico.
Los libros de artista están, pues, a medio camino entre el libro común, soporte tradicional de la expresión literaria, y las obras plásticas convencionales (pintura, escultura, etc.). La aproximación a un lado o al otro de este espectro nos acercará a las distintas tipologías del libro de artista; unas veces cercanas a lo textual, a lo literario, y otras totalmente pictóricas, o escultóricas. Algunas obras son juegos visuales o táctiles y otras soporte para difusión de ideas y manifiestos.
El carácter totalmente interdisciplinario del libro de artista, ofrece a los artistas infinitas posibilidades combinatorias de técnicas artísticas, oficios artesanos, textos, etc., permitiendo una gran libertad creativa.
Los artistas visuales toman del libro común, inicialmente, el formato y el soporte tradicional del libro impreso; más tarde el concepto se amplia a todos los soportes históricos de transmisión escrita y a todos los materiales posibles.
La secuenciación del paginado con la introducción del factor temporal en la obra y el juego participativo del lector / manipulador serán componentes tomados del libro común. Este factor tiempo es compartido también en otros géneros surgidos en la misma época: Happening, performance, videoarte...
En el libro de artista se añade, al mismo tiempo, el componente sensitivo: táctil, olfativo,... de los materiales empleados y manipulados al hojear las páginas. Adopta, también, otras cualidades propias de los libros comunes: fácil manejo y portabilidad y en el caso de ediciones amplias o abiertas, la gran capacidad difusora que ha llevado históricamente al libro a ser la pieza fundamental en la difusión cultural.
Variedad
Las características descritas dan como resultado una enorme variedad de obras. El intento de etiquetar, clasificar, ordenar, el amplio universo de los libros de artista, parece una tarea imposible, y es más, tal vez sea una forma de restar libertad creativa que permite hacer de cada obra un mundo propio; sin embargo, parece que un elemental intento de clasificación podría aclarar tan diferentes resultados y al mismo tiempo dar a conocer el amplio panorama que presentan.
Una primera aclaración es tal vez reiterativa: la diferenciación entre el libro de edición normalizada o libro común y el libro de artista. El libro de artista es un obra de arte creada por un artista visual. El libro común es un producto industrial que puede contener obras de arte literarias o ilustraciones de obras de arte, pero no está concebido como obra de arte.
Los libros de artista, no se encuentran habitualmente dentro del ámbito editorial, se encuentran inmersos en el mercado del arte como los cuadros y las esculturas, aunque puede participar de ambos circuitos.
Bibliofilia / Libros ilustrados
Otra aclaración se precisa para diferenciar libros de bibliofilia, ilustrados o de artista.
Hay una serie de libros editados de una manera rigurosa y perfeccionista que sirven para divulgar libros históricos, códices, etc.; estos maravillosos libros facsímiles entran dentro de lo que se denomina bibliofilia, junto a incunables, primeras ediciones de libros impresos, etc., etc. Este campo del mercado está extrañamente disociado del mundo de las bellas artes y algo cerrado a innovaciones contemporáneas
Con esta experimentación, el libro aborda una escritura que ya no es propiamente o solamente literaria, es plástica. Nuevos soportes, formatos y materiales y un interés diferente por el soporte libro, se comienza a utilizar este medio, tradicional vehículo de textos literarios o teóricos, para otro uso: el de la experimentación plástica, iniciándose la era del libro de artista, como medio autónomo de expresión plástica, al margen de la tradición libresca o del arte convencional y por lo tanto la introducción de un nuevo género artístico.
Los libros de artista están, pues, a medio camino entre el libro común, soporte tradicional de la expresión literaria, y las obras plásticas convencionales (pintura, escultura, etc.). La aproximación a un lado o al otro de este espectro nos acercará a las distintas tipologías del libro de artista; unas veces cercanas a lo textual, a lo literario, y otras totalmente pictóricas, o escultóricas. Algunas obras son juegos visuales o táctiles y otras soporte para difusión de ideas y manifiestos.
El carácter totalmente interdisciplinario del libro de artista, ofrece a los artistas infinitas posibilidades combinatorias de técnicas artísticas, oficios artesanos, textos, etc., permitiendo una gran libertad creativa.
Los artistas visuales toman del libro común, inicialmente, el formato y el soporte tradicional del libro impreso; más tarde el concepto se amplia a todos los soportes históricos de transmisión escrita y a todos los materiales posibles.
La secuenciación del paginado con la introducción del factor temporal en la obra y el juego participativo del lector / manipulador serán componentes tomados del libro común. Este factor tiempo es compartido también en otros géneros surgidos en la misma época: Happening, performance, videoarte...
En el libro de artista se añade, al mismo tiempo, el componente sensitivo: táctil, olfativo,... de los materiales empleados y manipulados al hojear las páginas. Adopta, también, otras cualidades propias de los libros comunes: fácil manejo y portabilidad y en el caso de ediciones amplias o abiertas, la gran capacidad difusora que ha llevado históricamente al libro a ser la pieza fundamental en la difusión cultural.
Variedad
Las características descritas dan como resultado una enorme variedad de obras. El intento de etiquetar, clasificar, ordenar, el amplio universo de los libros de artista, parece una tarea imposible, y es más, tal vez sea una forma de restar libertad creativa que permite hacer de cada obra un mundo propio; sin embargo, parece que un elemental intento de clasificación podría aclarar tan diferentes resultados y al mismo tiempo dar a conocer el amplio panorama que presentan.
Una primera aclaración es tal vez reiterativa: la diferenciación entre el libro de edición normalizada o libro común y el libro de artista. El libro de artista es un obra de arte creada por un artista visual. El libro común es un producto industrial que puede contener obras de arte literarias o ilustraciones de obras de arte, pero no está concebido como obra de arte.
Los libros de artista, no se encuentran habitualmente dentro del ámbito editorial, se encuentran inmersos en el mercado del arte como los cuadros y las esculturas, aunque puede participar de ambos circuitos.
Bibliofilia / Libros ilustrados
Otra aclaración se precisa para diferenciar libros de bibliofilia, ilustrados o de artista.
Hay una serie de libros editados de una manera rigurosa y perfeccionista que sirven para divulgar libros históricos, códices, etc.; estos maravillosos libros facsímiles entran dentro de lo que se denomina bibliofilia, junto a incunables, primeras ediciones de libros impresos, etc., etc. Este campo del mercado está extrañamente disociado del mundo de las bellas artes y algo cerrado a innovaciones contemporáneas
Más cercano al mercado de las artes plásticas está el libro ilustrado contemporáneo, pero que crea problemas de confusión al denominarlo erróneamente libro de artista.
El libro ilustrado es primordialmente literario, la aportación plástica de los artistas ilustradores, por muy relevante que sean, (incluso con encartaciones de obra gráfica numerada y firmada) es siempre, una colaboración que apoya y realza al texto del escritor. Como afirmaba Matisse: “El ilustrador siempre ejercerá de simple acompañamiento, como un segundo violín en una orquesta”.
El libro de artista es una obra, dentro del campo de las artes plásticas, en la que pueden convivir elementos textuales y plásticos, pero cuyo único autor la concibe, realiza o controla íntegramente como obra de arte.
El artista no ilustra, diseña, ornamenta, decora... para otros autores, subordinándose a otros creadores; concibe y controla íntegramente su propia obra, su propio libro.
Libros de artista / Libros objeto
Otra posible confusión está en la diferenciación entre un libro de artista y un libro de artista objeto o como se denominan un libro objeto.
En la mayoría de los libros de artista, la estructura y el funcionamiento se asemeja a un libro común o soporte de escritura normalizado; desarrollando un contenido visual a lo largo de una serie de páginas manipulables.
El libro objeto, emplea la imagen del propio libro como elemento simbólico. Generalmente no tiene la posibilidad de ser hojeado, renunciando el artista a una mayor capacidad trasmisora de información y al factor temporal y participativo, en beneficio de potenciar la imagen tridimensional o escultórica. Muchos autores siguen denominando a la mayoría de los libros de artista, sobre todo si son ejemplares únicos, como libros objeto, pero creo que una diferenciación como la descrita se puede ceñir más a la realidad y ser más aclaratoria.
Como ejemplo más claro de libro objeto estaría Universum, de Mannucci. El libro ni siquiera se puede abrir al tener dos lomos, en vez de uno.
Lo más habitual en España es el libro de artista de soporte. El artista visual utiliza la página como soporte dónde trabajar (como un lienzo o un papel de dibujo) y el libro en su conjunto como desarrollo de una obra plástica total, como en muchos libros de Barceló.
Libro único / Libro seriado
Otra diferenciación básica sería por el número de ejemplares realizados:
El libro puede ser un ejemplar único. Ni se edita, ni se multiplica por ningún sistema habitual. Sería similar, por tanto, a las características de obra original de un cuadro pictórico.
Los libros seriados pueden ser realizados manualmente, realizando autocopias del primer modelo o editados por cualquier forma de reproducción mecánica, bien sean técnicas artísticas tradicionales o técnicas de impresión industrial.
La edición puede ser abierta, sin no tiene un número limitado de ejemplares, en un intento de divulgar al máximo la obra, como muchos libros del movimiento fluxus.
Edición numerada; en este caso, se acercan un poco a la tradicional obra gráfica.
En cada ejemplar está la firma del autor y una numeración que indica exactamente el ejemplar de la edición.
Clasificaciones
Se puede estudiar, también, el libro de artista por su relación con movimientos artísticos, por su ideología, por su formato, por su temática, por su soporte, por sus técnicas pictóricas...o de otras múltiples maneras. Muchos libros participan de varias posibles clasificaciones y otros no habrá manera de clasificarlos.
Libros Editados.
Ejemplos significativos
Minimalistas
Término acuñado por Wollheim en 1965, para englobar obras que basan su valor estético en conseguir un máximo nivel de abstracción, absoluta simplicidad y orden aséptico. Los libros introducen la serie en el desarrollo temporal de la paginación, desarrollando estructuras elementales a lo largo del libro. Sol LeWitt, realizaría más de 60 libros, con todas las posibilidades de utilización de líneas, figuras geométricas y colores.
Conceptuales
El arte conceptual es el arte de la idea, la autorreflexión sobre el arte, sobre su propia naturaleza. El concepto desplaza al objeto y se reduce a lo esencial: enunciados, propuestas, proyectos...que se concretan en textos, listados, fotografías, etc... El libro de artista será su soporte ideal. Se realizan publicaciones que sustituyen a las exposiciones. One million years-past y One million years-future de On Kawara.
Libros de escritura
Algunos son facsímiles, otros experimentan con la escritura, la caligrafía en el limite de lo legible, por lo que están cerca de la poesía concreta.
Comment toucher mes boules ou mes yeux, de J. Parant. Está escrito con la mano izquierda con la libertad de un dibujo. Re-visió de E. Balcells, ejercicios de caligrafía en cuadernos escolares.
El libro ilustrado es primordialmente literario, la aportación plástica de los artistas ilustradores, por muy relevante que sean, (incluso con encartaciones de obra gráfica numerada y firmada) es siempre, una colaboración que apoya y realza al texto del escritor. Como afirmaba Matisse: “El ilustrador siempre ejercerá de simple acompañamiento, como un segundo violín en una orquesta”.
El libro de artista es una obra, dentro del campo de las artes plásticas, en la que pueden convivir elementos textuales y plásticos, pero cuyo único autor la concibe, realiza o controla íntegramente como obra de arte.
El artista no ilustra, diseña, ornamenta, decora... para otros autores, subordinándose a otros creadores; concibe y controla íntegramente su propia obra, su propio libro.
Libros de artista / Libros objeto
Otra posible confusión está en la diferenciación entre un libro de artista y un libro de artista objeto o como se denominan un libro objeto.
En la mayoría de los libros de artista, la estructura y el funcionamiento se asemeja a un libro común o soporte de escritura normalizado; desarrollando un contenido visual a lo largo de una serie de páginas manipulables.
El libro objeto, emplea la imagen del propio libro como elemento simbólico. Generalmente no tiene la posibilidad de ser hojeado, renunciando el artista a una mayor capacidad trasmisora de información y al factor temporal y participativo, en beneficio de potenciar la imagen tridimensional o escultórica. Muchos autores siguen denominando a la mayoría de los libros de artista, sobre todo si son ejemplares únicos, como libros objeto, pero creo que una diferenciación como la descrita se puede ceñir más a la realidad y ser más aclaratoria.
Como ejemplo más claro de libro objeto estaría Universum, de Mannucci. El libro ni siquiera se puede abrir al tener dos lomos, en vez de uno.
Lo más habitual en España es el libro de artista de soporte. El artista visual utiliza la página como soporte dónde trabajar (como un lienzo o un papel de dibujo) y el libro en su conjunto como desarrollo de una obra plástica total, como en muchos libros de Barceló.
Libro único / Libro seriado
Otra diferenciación básica sería por el número de ejemplares realizados:
El libro puede ser un ejemplar único. Ni se edita, ni se multiplica por ningún sistema habitual. Sería similar, por tanto, a las características de obra original de un cuadro pictórico.
Los libros seriados pueden ser realizados manualmente, realizando autocopias del primer modelo o editados por cualquier forma de reproducción mecánica, bien sean técnicas artísticas tradicionales o técnicas de impresión industrial.
La edición puede ser abierta, sin no tiene un número limitado de ejemplares, en un intento de divulgar al máximo la obra, como muchos libros del movimiento fluxus.
Edición numerada; en este caso, se acercan un poco a la tradicional obra gráfica.
En cada ejemplar está la firma del autor y una numeración que indica exactamente el ejemplar de la edición.
Clasificaciones
Se puede estudiar, también, el libro de artista por su relación con movimientos artísticos, por su ideología, por su formato, por su temática, por su soporte, por sus técnicas pictóricas...o de otras múltiples maneras. Muchos libros participan de varias posibles clasificaciones y otros no habrá manera de clasificarlos.
Libros Editados.
Ejemplos significativos
Minimalistas
Término acuñado por Wollheim en 1965, para englobar obras que basan su valor estético en conseguir un máximo nivel de abstracción, absoluta simplicidad y orden aséptico. Los libros introducen la serie en el desarrollo temporal de la paginación, desarrollando estructuras elementales a lo largo del libro. Sol LeWitt, realizaría más de 60 libros, con todas las posibilidades de utilización de líneas, figuras geométricas y colores.
Conceptuales
El arte conceptual es el arte de la idea, la autorreflexión sobre el arte, sobre su propia naturaleza. El concepto desplaza al objeto y se reduce a lo esencial: enunciados, propuestas, proyectos...que se concretan en textos, listados, fotografías, etc... El libro de artista será su soporte ideal. Se realizan publicaciones que sustituyen a las exposiciones. One million years-past y One million years-future de On Kawara.
Libros de escritura
Algunos son facsímiles, otros experimentan con la escritura, la caligrafía en el limite de lo legible, por lo que están cerca de la poesía concreta.
Comment toucher mes boules ou mes yeux, de J. Parant. Está escrito con la mano izquierda con la libertad de un dibujo. Re-visió de E. Balcells, ejercicios de caligrafía en cuadernos escolares.
De acumulación, colección o inventario
Recopilación de imágenes, objetos o datos con algún nexo en común pero mostrados sin un orden concreto.
40 Libros de Boltanski entre 1969 y 1992. 16 dm2 an essay, 1979. De De Vries, descripción de plantas en 16 dm2 de pradera. Wall paper, 1973, de Matta-Clark. Inventario combinable de papel pintado.
Libros de imágenes
Tratan de contar una historia secuencialmente con sus imágenes manteniendo un hilo conductor narrativo.
Brutus killed Caesar, de Baldessari. Sobre una obra de teatro. Ophelia, de E. Balcells. 37 variaciones sobre el cuadro de Ofelia de Millais
Libro sobre el libro: el libro común como objeto de reflexión.
Je suis un livre achête-moi maintenant, de Penck. En sus 420 páginas de papel biblia habla el propio libro como protagonista en primera persona: -¡Te lo ruego lee bien!. –Soy un libro aunque no me leas.
Libros de Ejemplar único.
Ejemplos significativos
Libros parasitados
Muchos están realizados a partir de libros de ediciones normales a los que se intervienen pintando, recortando, pegando, quemando...hasta que dejan de tener las características iniciales: posibilidad de lectura, de paginación..., y se convierten en un ejemplar único. Sauze, aplica a los libros, toda suerte de tratamientos: los corta, los enrolla, los mete en lavadora... Vostell, hormigonea un catalogo de sus obras sobre hormigonados.
Libros intervenidos o reciclados
Otra vez se manipula un libro de edición normal hasta convertirlo en un ejemplar único, pero sin destruirlos como libro, se les concede una segunda vida como obra de arte. Colaianni, trabaja sobre los accidentes geográficos de un atlas. Indigestión, de Nacho Criado, las termitas han comido parte de una revista de arte.
Libros táctiles
No se parte de un libro ya editado sino que se crea. Diversos materiales proporcionan más posibilidades táctiles realzando lo matérico. Orensanz, fragmentos de mármol de Carrara, dónde graba mensajes paleográficos.
Libros manuscritos / libros de viaje
A modo de diarios o libros de viaje, suelen tener como soporte básico el papel.
Erinnemn gen und Traüme de Ulrich, cuaderno escolar de recuerdos y sueños. Libros de viajes de Marta Cárdenas
Libros de soporte o pintados
La narración plástica se realiza en las páginas consecutivas de estos libros.
Zush – Evru, realiza numerosos libros con dibujos y pinturas de su propia civilización imaginaria. Andrés Nagel, libros con collages y pintura. Alejandrina: carpetas de paisajes.
Revistas ensambladas
Otra posibilidad cercana al libro de artista son las cajas colectivas, contenedores o Revistas ensambladas. Como tal obra colectiva, aunque tenga un argumento concreto, no se consideraría un libro de artista puro, a no ser que los artistas formen un equipo o grupo consolidado. Al mismo tiempo existen publicaciones marginales, fanzines, boletines de mail art y todo tipo de publicaciones de artistas plásticos que estarían en la órbita de los libros de artista, creando un mundo complejo pero de extraordinaria riqueza.
José Emilio Antón.
2004